Se trata de una remodelación y ampliación de una casa chorizo típica de la ciudad de Buenos Aires. La estrategia adoptada fue practicar un corte en el medio de las casa y agregar en una segunda planta la porción cortada. De este modo se materializo un patio de todo el ancho del lote limitado por dos fachadas. La superficie que se agrega en la segunda planta se materializa con estructura metálica. En este sentido se actualiza el sistema de paneles colaborativos desarrollado para el hotel AQ Tailored Suites, con el objetivo de montar la nueva losa sin desmontar el techo prexistente. Esto permitió realizar la segunda planta sin necesidad de apuntalamientos y con un elevado cuidado y conservación de la prexistencia. Para acceder a esta segunda planta se construye también un entrepiso como parte de una “promenade” que atraviesa diferentes sectores de la casa. El volumen nuevo es visto desde el exterior como una pieza que apoya y produce contraste con la construcción prexistente. Esta operación se potencia por el diseño de una fachada continua y homogénea materializada a a partir de tablillas de cortina metálica industrial que se unen de manera triangulada para lograr inercia.